domingo, 4 de diciembre de 2011

Travelling north to find you
Train wheels beating, the wind in my eyes
Don’t even know what I’ll find when I get to you
Call out your name love, don’t be surprised.

jueves, 7 de abril de 2011

Correrápidoportumadre,correrápidoportupadreCorreportushijos,portushermanasyhermanosDeja todotuamor,todotuamoratrásNopuedesllevártelocontigosiquieressobrevivir¿Puedes oír los caballos? Porque aquí vienen

lunes, 14 de marzo de 2011

I want to reconcile the violence in your heart, I want to recognise your beauty's not just a mask, I want to exorcise the demons from your past, I want to satisfy the undisclosed desires in your heart...

martes, 18 de enero de 2011



Solo por ti vivo, solo para ti vivo

jueves, 2 de diciembre de 2010

Corazón, que es tan fácil quererte; con o sin razón, no me animo a perderte. Si tu boca, respira cerveza, si tu metro cincuenta y monedas desnudo sobre el colchón. Es poesía en carne viva, es esta canción.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Cómo saber a dónde vamos sin saber de dónde venimos?

lunes, 15 de noviembre de 2010

¿Qué tipo de sentencia (me pregunté) construirá una mente absoluta? Consideré que aun en los lenguajes humanos no hay proposición que no implique el universo entero; decir el tigre es decir los tigres que lo engendraron, los ciervos y tortugas que devoró, el pasto de que se alimentaron los ciervos, la tierra que fue madre del pasto, el cielo que dio luz a la tierra. Consideré que en el lenguaje de un dios toda palabra enunciaría esa infinita concatenación de los hechos, y no de un modo implícito, sino explícito, y no de un modo progresivo, sino inmediato. Con el tiempo, la noción de una sentencia divina parecióme pueril o blasfematoria. Un dios, reflexioné, sólo debe decir una palabra, y en esa palabra la plenitud. Ninguna voz articulada por él puede ser inferior al universo o menos que la suma del tiempo. Sombras o simulacros de esa voz que equivale a un lenguaje y a cuanto puede comprender un lenguaje son las ambiciosas y pobres voces humanas, todo, mundo, universo.
Un hombre se confunde, gradualmente, con la forma de su destino; un hombre es, a la larga, sus circunstancias.